En esta vivienda de cinco plantas ubicado en Aravaca, en la que se intervino tanto en el proceso de obra como en la decoración, el reto, fue cambiar radicalmente el look manteniendo muchos de los muebles preexistentes, en el caso de las áreas comunes, y lograr que resultase luminosa una cocina nueva planteada con mucho peso de negro. Empapelando las paredes con estampados importantes, empleando colores rotundos y telas marcadas, el estudio salió de su paleta y tono habitual para unos propietarios que querían algo un poco más atrevido.

2019 – Aravaca, Madrid